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El Pacto Fiscal Como Excusa

Gabriel Elorriaga Pisarik (presidente la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados y forma parte de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular) dice en un artículo publicado en el País en el 20 de Septiembre que:

“Es innegable que cualquier criterio de equidad utilizado para establecer el nivel de redistribución más adecuado para una sociedad es susceptible de ser debatido en términos políticos. No existe una fórmula de justicia financiera irrefutable, todas son fruto del debate y del compromiso entre intereses confrontados. Resulta menos legítimo, sin embargo, hacer una enmienda a la totalidad de los resultados de un sistema de financiación que en todo momento ha sido voluntariamente aceptado por quienes han tenido la responsabilidad de dirigir los destinos de la Generalitat [catalana]. Dejando al margen detalles concretos de su aplicación, el modelo de financiación vigente arroja los saldos que se derivan de la existencia de impuestos iguales para todos los españoles con independencia de su lugar de residencia, servicios equivalentes y unas Comunidades Autónomas que los administran con los recursos que libremente han negociado. Sólo una burda manipulación permite hablar de expolio para referirse a la situación actual.”
Y continua:

“Desde antes de alcanzar el gobierno, Artur Mas ha formulado su exigencia de un pacto fiscal no como un ajuste financiero, sino como el primer paso de una transición nacional, como el inicio de la construcción de una nueva realidad estatal; en definitiva, como un instrumento de desbordamiento constitucional capaz de superar en potencia al previo desafío estatutario que protagonizó el tripartito. Para la actual dirección convergente, impugnar de plano el sistema de financiación de la Generalitat de Cataluña, tal y como se está haciendo, es una forma cómoda de eludir responsabilidades al tiempo que arrincona al PSC en sus innegables contradicciones, pero ese peligroso juego es también el que ha puesto la dirección política del nacionalismo en manos de sus miembros más radicales.”

Pisarik se plantea un punto importante de la amenaza de la desintegración de la nación española, en que parce que el gobierno catalán están utilizando el pacto fiscal como excusa para lograr  independencia. Parece que el sentido de injusticia económica y la explotación entre los catalanes - por lo menos el gobierno catalán - está empujando a esta comunidad autónoma hacia la que describe Pisarik como “El inicio de la Construcción de Una Nueva Realidad Estatal”. En este contexto, es natural establecer paralelismos con lo que está sucediendo en la UE en el momento con el caso de Cataluña. Al igual que las regiones españolas están sufriendo de crisis financiera, muchos países de la Unión están pasando por etapas financieras duras, y al igual que las regiones más ricas de España están siendo empujadas a asumir los dolores financieros de sus regiones vecinas, los estados más ricos de la UE están haciendo lo mismo con los países vecinos atribulados. Por lo tanto, la pregunta principal es la de la aceptación Europea de un tipo de independencia catalana.

Con las especulaciones flotando sobre la reconsideración de la miembros de la UE y la posible exclusión de algunos estados problemáticos, están los políticos catalanes usando astutamente el problema financiero como una excusa para seguir adelante con su propia independencia? ¿Va  la Europa (rica) más simpática y comprensiva ver  las cosas a través de lentes nuevos?

De ninguna manera creo que la situación de la comunidad Catalana como parte de un país soberano e independiente es como la de un problemático Grecia dentro de la UE; el desmembramiento posible de este último se tiene diferentes motivos y consecuencias, y la reacción de la Unión sería también muy diferente que el de una independencia Catalana. Sin embargo, el hecho de que los alemanes están "hartos" con los griegos y sus finanzas sueltas, puede, en mi opinión, justificar y reforzar estas llamadas nacionalistas de Cataluña, por lo menos ante un público europeo.


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