El documental ¿Por Qué Luchamos? El Ataque de Los Nazis enfoque a dos ideas principales: el imperialismo alemán moderno y sus estrategias geopolíticas para conquistar el mundo y controlar sus recursos naturales y humanos; y la figura de Hitler como un actor irracional, manipulador, inmoral e insano. Dejando al lado el hecho de que el documental es un instrumento estadounidense para demonizar – en aquella época - Hitler, los Nazis y lo que representan, los puntos que subraya el documental son importantes para comprender eventos actuales, sus pretextos, y su peligro.
El documental empieza con una descripción de las consideraciones geopolíticas de Hitler en su planificación de dominación mundial. Creo que es importante aquí profundizar en el concepto de geopolítica. Geopolítica denota la interacción de los recursos naturales, el dominio estratégico y el especio geográfico por un lado, y los diversos actores (estatales y no estatales) persiguiendo sus intereses[1]. El punto importante de señalar en este contexto, es que parece que el documental subraya la teoría de Heartland de dominación mundial (enfocando que es una teoría universal y histórica) como motivo de las acciones de Hitler, enmarcando el argumento de Hitler de la superioridad de la étnica alemana como retórico más que una convicción que promovió- y justificó- sus agresiones a los países vecinos.
Joseph Schumpeter explica en su artículo The Sociology of Imperialisms[2] que para justificar la declaración de guerra antes el público, esta guerra debe tener una razón, aun no necesariamente su causa. Por eso, se hace referencia a un interés detrás de la guerra, la cual debe satisfacer tres condiciones: el interés tiene que ser presente, el estado debe parecer promocionando este interés y debe demostrar que este interés es la fuerza política impulsora detrás de la acción. En este contexto, la razón ofrecida a la población alemana para entrar en guerra con los países vecinos estaba basada a la protección de la raíz alemana, cuya genética es superior de cualquier otra raíz. Las teorías darwinista de la evolución y la de selección natural han influido el pensamiento de Hitler y han sido utilizadas por él para convencer el público de la necesidad de liberar e incorporar la comunidad alemana que existe fuera de los bordes de esta nueva republica. Este argumento, que parece irracional y difícilmente creído, ha tenido su público en aquella época. Unos factores pudieron haber apoyado esta idea, como la sensación de humillación tras el acuerdo de Versalles y la desaparición del imperio; las pérdidas económicas, humanas y territoriales sufridas por la población, y la crisis socio-económica en alemania (con 6 milliones de desempleados). Las promesas de restaurar el honor alemán, y la grandeza de la nación vinieron en un importante momento en la historia alemana, dejándo la nación alemana receptiva de la ideología nazi. Como explica Schumpeter, en tiempos de crisis social, hay un poder infalible de la apelación al sentimiento nacional. Explica que hay un refugio de lo irracional en el nacionalismo que satisface la necesidad de entregarse a una causa supra-personal concreta y familiar, la necesidad de auto-glorificación y autoafirmación violenta.
La manipulación de Hitler de los alemanes bajo los eslóganes de nacionalismo y superioridad y gloria alemana puede justificar el estado de entumecimiento moral y racional de los alemanes. Pero, ¿cómo se puede justificar la demencia moral de los lideres Nazis? Puede ser que Hitler es un actor irracional actuando sobre su propio código moral? ¿O es una persona inmoral con su propia racionalidad? ¿O ni moral ni racional?
Richard Weikart en su libro From Darwin to Hitler[3] sostiene que la evolución era un componente básico en la ética de Hitler. Explica que Hitler tenía una ética coherente a la cual él adhería: “Hitler creyó que el árbitro supremo de moralidad y políticas es el avance evolucionario del especie humano…basó su moralidad a una forma racista de ética evolucionaria”. Si se examina la coherencia entre las acciones de Hitler y sus discursos (y retóricos), parece que hay una coherencia entre los dos. Su convicción del progreso evolucionario y la superioridad de los Arios dirigió sus políticas, sea contra los judíos, discapacitados o gitanos, con su visión de la inferioridad de las étnicas no Arias, y con su expansión territorial sistemática. La convicción de Hitler de la ley básica de la naturaleza, que los más aptos pueden sobrevivir y los menos aptos mueran en la lucha de sobrevivencia, puede justificar el punto de partida de su racionalidad y la acciones derivadas de esta racionalidad. En lo que demuestra el documental sobre el imperialismo alemán, no se niega que la teoría de Heartland de expansión se mantiene, y que los intereses economicas imperialistas explican las acciones Nazis, pero al mismo tiempo, la expansión territorial de Alemania está asociada con la filosofía de Hitler de la evolución. Según él, el número de los Arios va a crecer (gracias a su política que promociona natalidad) y que el espacio geográfico para acomodar esta población debe crecer también. La resulta de esta selección natural promocionada por Hitler lleva – en su convicción- beneficio para toda la humanidad: el mundo será libre de la genética débil e inútil y los naturalmente elegidos poblaron el planeta.
Se debe señalar que esta perfección del ser humano no está solamente relacionada a lo que Hitler clasifica en étnicas, pero incluye también una perfección de la maquina humana alemana…la conversión de los alemanes en seres superiores en sus aspectos físicos, sociales y económicos. Como enseña el documental, Hitler intentó aprovecharse de lo máximo de los recursos, eliminando el concepto de derechos laborales y pensando solamente de lograr lo máximo de sus recursos naturales y humanos. La sustitución de los sindicatos por la Frente Nacional del Trabajo, una organización envuelta de patriotismo, intentó unificar la clase trabajadora debajo de la noción del nazi perfecto. A base de esto, creo que Hitler estaba genuinamente convencido de su racionalidad sobre “el ser humano perfecto” y las etapas que se debe seguir para lograrlo.
Como llegó Hitler a esta convicción?
Micheal Oakshott explica en El Racionalismo en Política y Otros Ensayos, que el racionalista nunca duda el poder de su razón para determinar la verdad de una opinión; esta verdad es solo lo que le interesa. El peligro de esta racionalidad estricta es obvia en el resultado del razonamiento de Hitler: para Hitler, había una racionalidad científica solida basada en la aplicación de las leyes de la naturaleza, especialmente la de la sobrevivencia de los aptos, que es la fuente del desarrollo del ser humano. El gobierno entonces debe eliminar o poner una cuarentena a las raíces inferiores. La ausencia del sentido común de su convicción, de la moralidad y de la compasión está debido a la aplicación de una racionalidad extrema, estricta y mecánica. En la ética, el racionalismo sostiene la posición de que la razón, en lugar del sentimiento, la costumbre o la autoridad, es el último tribunal de apelación para juzgar el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. Immanuel Kant por ejemplo argumentó que los requisitos morales están basados a una racionalidad estándar que llamó “Imperativo Categorial” y que la inmoralidad viola este imperativo y por eso es irracional[4]. El hecho de que la moralidad de Hitler se derivó de su racionalidad, una racionalidad vacía de cualquier concepto de resultó que Hitler, como explica Weikart “…se hizo pasar por un cruzado moral en su defensa pública[5].”
El ataque no es contra la racionalidad, es contra la racionalidad ciega y vacía del sentido común, de dignidad humana, de conciencia colectiva y de compasión. Las distinciones morales, como argumenta David Hume[6], no se derivan solamente de la razón, pero se derivan de los sentimientos. Y aquí es la importancia de hacer un equilibrio entre el racionalismo estricto y la teorización por un lado, y la experiencia humana y la conciencia por el otro. Es especialmente importante en nuestros días modernos, afectados por crises económicos, morales y sociales, y con tantas revoluciones y revolucionarios, recordar y aprender de la experiencia alemana. Nunca sabe sí sale otro Hilter, con su propio razonamiento de cómo solucionar las dolencias de su sociedad, y con su propia formula de selección natural o divina.
Para concluir, y tal como he mencionado al principio del artículo, el imperialismo alemán y la inmoralidad Nazi, son dos aspectos relacionados a una racionalidad defectuosa y peligrosa. La creencia ciega en la superioridad étnica abrió el camino para conquistar territorios de los piases vecinos y de terminar la vida de millones de personas categorizados como raíces inferiores. La gran parte de la población alemana que votaba para los nazis en las elecciones, adormecieron su buen juicio gracias a diferentes factores, incluso por su propio interés. La contribución del mecanicismo de pensamiento Nazi y su racionalización de sus acciones contribuyó al nacimiento de la pasividad y vaciamiento ético de estos alemanes (y otros simpatizantes). Es mejor dicho por Oakshott, cuando explica que el racionalista empieza por eliminar la nesciencia heredado y llenar la mente con ideas abstractas que conforme con el sentido común. Explica que las ideas morales son sedimentos que solo tienen sentido si son suspendidos en la tradición social, y que los racionalistas intentan sacar e liquido en el que se suspenden nuestras ideales morales, y lo que cada son solamente residuo arenoso. Esto es el peligro real de unos regimenes de nuestros días, cuyos apelación popular, eslóganes nacionales y argumentos siguen una lógica similar.
Estimada Dina:
ReplyDeleteSiempre es un placer leer tus entradas y siempre se aprende de ellas. !Muchas gracias!
Estoy muy de acuerdo contigo cuando señalas que "el ataque no es contra la racionalidad, es contra la racionalidad ciega y vacía del sentido común, de dignidad humana, de conciencia colectiva y de compasión", que tal y como apunta OAKESHOTT, lleva a ignorar la ética de hábitos y costumbres y que hace que la institución de la razón base gran parte de su actividad en "llevar a la herencia social, política, legal e instuticonal de su sociedad ante el tribunal de su intelecto".
Esto también lleva a los líderes como Hitler a ser reaccionarios. En palabras de LINZ, en los líderes "el hecho mismo de estar conscientes de que representan a una nación hace que asuman actitudes proféticas, un tono fanático y dogmático y decidan el futuro del pueblo sin dejar a éste la posibilidad de desviarse (...), olvidando que su poder proviene de las masas anónimas".
!Un saludo!
En lo personal, la postura del documental es bastante neutra, me gustó, Why we fight, es de las propuestas que logran entretener pero también cautivar al espectador al tiempo que expone la verdadera razón de estas guerras "por la democracia" no es otra cosa que la riqueza, siempre la riqueza, el móvil del capitalismo. Esta opción me recordó mucho al pequeño documental llamado Vice, una mirada a lo que acontece en el mundo actualmente, de verdad vale la pena echarle un vistazo.
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